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  • Sergio Fong

Mutilaciones


Para Fer García

Había una luz demasiado intensa que me cegó al entrar y cuando empecé a recuperar la visión mire a Samuel.

Dejó de leer y cerró el libro, mientras se quitaba los lentes se quejó del pinche calorón y la peste que se removía en el centro de asistencia para locos, llegó Fernando con su singular balanceo de cojo inexperto y su sonrisa pintada de oreja a oreja.

-¡Samy te traje tus matatiempo! Le gritó mientras caminaba hacia él.

Fer iba al albergue a pasar la tarde para enseñar a los internos a hacer títeres como parte de un programa de rehabilitación personal.

Tenía dos tres víctimas asistenciales aventajados en su chambita, solía decir: “Trabajo ocupacional como terapia a su rehabilitación”.

La Gringa, que había nacido en Barcelona, España y que fue trasladada a contra voluntad a sus 15 años a los Esclavos Unidos para casarla con un gringo rico, con quien estuvo viviendo por más de 8 años y como no le dio hijos, el gabacho un buen día después de una gran borrachera la dejo olvidada en el hotel Avenida de Guanatos, cerca de la Plaza de los Mariachis, nunca volvió a saber del gringo, de nadie. Anduvo vagando; trabajando de cantinera, mesera, lava trastes y hasta de bolera en el Parían de Tlaquepulque, de donde sacó dos tres amigos imaginarios que la tronaron de la chompeta y la volvieron loca y vieja; esquizofrénica, dicen. Ella ésta elaborando un títere en papel maché: Rubio, de buen diente, un muñeco que cantará igual que su novio Luis Mi.

Rosa, era otra de las doñas del albergue que habla como tarabilla, dice que dice unas cosas por ostras costras que revuelca todo pero la culpa era de su esposo, marido o amante que nunca tuvo, porque ella no se quiso amarrar pero la casaron chiquita, eso dice. También ha dicho que su bato la llevaba a misa a la parroquia de la Sagrada Familia, le compraba churros con chocolate y le decía que en ese templo se casaron pero no era cierto. Luis, Juan, Pedro o Rosendo, incluso Martín.

Cualquiera de los allí resguardados son o pudieron ser su ilusión matrimonial. Ella es de las más antiguas aunque tenga poca edad, 21 tal vez 22, la recogió el DIF, eso le platico a Fer una de las chambeadoras sociales: “es hija de padres viciosos que la dejaban encerrada sin comida ni agua; otra víctima del maltrato. La llevaron a un orfanato, casa hogar, luego creció y su cerebro se quedó en in pass como si no aprendiera más palabras, alguien dijo: Oligofrénica. Rosa ya casi termina su mono rengo, como ella le dice, mientras se carcajea de lo que no dice. Está armando una hermosa muñeca vestida de blanco y dispuesta a encontrarse con Javier o Carlos o cualquiera que quiera ser su esposo. A Fer le tira el perro, luego se arrepiente. Fernando le da por su lado pero luego le da un chingo de sentimiento, un no sé qué, que se lleva a su cantón y en su recamara ora, reza, discurre y le pide al Ser supremo que lo ayude.

Hay otro, un ñor que es artista, un excelente dibujante y pintor. Le dice que trabaja para otro artista: un tal Sergio Bustamante, con él solo ha avanzado en ciertos bosquejos, dibujos de animales. De hecho Don ruco como le gusta que le digan, fue el primero que accedió a trabajar con Fernando. Después de varios intentos con algunos internos del albergue un día Don ruco se acercó y le enseño varios dibujos que impresionaron a Fer. Entre otras cosas le mencionó con un chingo de seguridad que él no estaba loco, que estaba allí por voluntad propia, y que el salía cuando quería. “Aquí me dan techo y comida, afuera no tengo a nadie, no tengo nada”. Don ruco cada que lo veía le pedía papel y lápiz y le entregaba sus dibujos. Su alucín es que en la tarde (alguna tarde) van a venir por él unos señores del gobierno porque les va hacer un trabajo. Fer le creyó hasta que la psicoloca del pabellón H le dijo que Don ruco siempre está diciendo eso de que: “Todos están locos, pero yo no, yo nomás estoy aquí porque me dan casa y comida”, luego dice que va a venir alguien importante por él, porque ya se dieron cuenta que es un gran artista y que tiene mucho trabajo afuera. Fer circunspecto comprende la situación pero sacado de onda se dirige a su cantera, la realidad lo supera, recuerda de qué estamos hechos y su levedad lo oprime. ¿Qué es el alma, qué es el ser, qué es estar loco, qué es ser Dios? Esa noche después de andarle dando vueltas a la contratransferencia psicológica en las cantinas de Guanatos llegó a su cantera observó a detalle los dibujos que le había regalado el viejo y le parecían perfectos porque los animales dibujados estaban en movimiento. Se recostó en su cama y soltó el llanto.

Samuel siempre lo observaba camellando, charlando, haciendo cosas con los otros locadios y un día lo detuvo y lo sometió a un interrogatorio, Fer estaba contento porque después de la conversa lo wachó convencido de hacer algo juntos.

-¿Qué te parece si creamos un personaje en papel maché para armar un cuento y representarlo en teatro?

-Un extraterrestre.

-Lo que tú quieras, piénsale y mañana nos vemos.

-Oye Fernando, te encargo unos libros de esos para pasar el tiempo, que traen crucigramas, sopa de letras, creó que se llaman Mata tiempo.

-Sí, yo te traigo unos, le respondió mientras se encaminaba contento hacia la puerta de salida y los custodios lo esperaban para abrir las cerraduras.

- Oye Fernando, todavía le alcanzó a preguntar antes de que cerraran las puertas, ¿Por qué cojeas?

-Tuve un accidente, le grito Fer a través de los barrotes.

Cuando Fer cayó en su cama estaba vez no estaba afligido, pensaba en Samuel y su extraterrestre: “le vendrá bien hacer el títere, mañana le conseguiré un mata tiempo de esos de mil páginas para que le dure un buen rato”.

Fernando estaba entusiasmado con el nuevo participante, compró en el puesto de periódicos la revista para Samuel y se fue directo a buscarlo, cuando llego al refugio le entrego feliz su libro y se pusieron a platicar sobre el títere que armarían.

-¿Cómo es, como te imaginas al extraterrestre?

-Pues un ser de otro planeta que viene a la tierra, con antenitas, de piel roja, sin pelo, con poderes telepáticos y una mirada cabrona, furiosa pues, capaz de matar con rayos emitidos desde sus ojos. Quiero que sea muy fuerte, bastante trucha y hábil para someter a cualquier terrícola que se oponga a sus órdenes y en vez de piernas ruedas, ruedas para trasladarse en chinga a cualquier lugar.

-¿Te gustaría que llegara a la tierra a traer un mensaje de paz, de armonía entre los seres humanos?

-Ni madres, va a venir a conquistarlos a todos por culeros y el que no se acople a chingar a su pinche madre.

A Fernando le pareció algo irritable la situación pero se dio cuenta que Samuel se estaba describiendo a sí mismo, sin pedos.

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