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  • Eduardo Lemus

Ricardo Sotelo


De carácter sobrio, seco dirían algunos. Ricardo Sotelo Flores es un Pintor, grabador, litógrafo, serigrafista, ilustrador, actor y director de teatro, además de radio aficionado, tapatío, con una larga trayectoria dentro del medio artístico y la promoción cultural, no sólo en Guadalajara, su ciudad natal, sino en varios lugares fuera de Jalisco y de México.

Ha expuesto en Zacatecas, en el “Museo Goitia”, en las Casas de La Cultura de Aguascalientes, Cuernavaca y Puebla, así como en diversas galerías de CDMX antes D.F., entre otras entidades del país, así como en el extranjero.

Su primer exposición colectiva fue en 1973, cuando contaba con 25 años de edad, la cual tuvo lugar en el “Centro de la Amistad Internacional” de Guadalajara, junto a otros dos incipientes pintores Jorge Salazar y Guillermo Flores Varela. Esta primer exposición fue promovida por el muralista Gabriel Flores, quien los recomendó con Jorge Alarcón, entonces director del recinto antes mencionado.

En 1968 con 20 años cumplidos Ricardo ingresó a la “Escuela De Artes Plásticas” de la “Universidad de Guadalajara” recién salido del “Pentatlón”, organización que él considera, ayudó a forjar su carácter.

A un año de su ingreso a la Escuela de Artes Plásticas, fue expulsado, junto a Jorge Salazar y Sergio Santillán, por Alfonso de Lara Gallardo, entonces profesor de la escuela, lo que desembocó en el suicidio de Sergio Santillán al poco tiempo. De Lara Gallardo les dijo que nunca llegarían a ser artistas, porque eran muy rebeldes.

Mientras estudiaba en la Escuela de Artes Plásticas fue seducido por el movimiento hippie, al que se adhirió. Por medio de éste se relacionó con gente e ideas alternativas y de izquierda.

Sotelo creció en las calles de la colonia del Fresno, enrolado en las pandillas del lugar. Época de conflictos estudiantiles y pandilleriles. Tiempo en que se perpetró la masacre de oblatos, y se desarrollaba el activismo de Los Vikingos de San Andrés, El FER y La LC23S, con quienes entró en contacto, teniendo esto, también, mucha influencia en su carácter y su actividad posterior.

Ricardo considera que el carácter consiste en comportarse a la altura y de acuerdo con cada actividad y circunstancia.

Muy joven, desempeñó el oficio de obrero en mecánica y mantenimiento industrial, actividad que realizó en empresas de artes gráficas, en donde tuvo sus primeros contactos con la ilustración, lo que le motivó a aprender y fomentar ese gusto por la expresión artística. Posteriormente y debido a ese gusto adquirido, y con lo aprendido en la Escuela de Artesa Plásticas, trabajó diseñando las envolturas de Bimbo.

Considera que su formación artística, fue forjada principalmente, por la vía más difícil, el autodidactismo, buscando su propia identidad, cuidando la forma y el contenido. Sostiene que los maestros imponen sus técnicas y formas de pensar e interpretar el mundo.

Tuvo contacto con las ideas comunistas, por conducto de una novia, que atendía una librería en el centro de Guadalajara, en las cercanías del Cine Variedades, a principios de los años 70s, a través de ella, llegaron a sus manos las obras de Lenin, Marx y Mao Tse Tung.

De 1975 a 1980 militó en el “Centro Independiente de Política y Cultura Proletaria” a donde llegó invitado por un amigo, guerrillero del FER. En el CIP-CP necesitaban un dibujante, y se quedó. Durante ese periodo ilustró los carteles, convocatorias y demás material impreso para la organización, haciéndose cargo posteriormente de las áreas culturales, realizando también obras de teatro de temática social. Eran tiempos de persecución hacía todo lo que olía a izquierdismo.

Su actividad teatral inició con el grupo de teatro del “Instituto Goethe de Guadalajara”, en donde, de 1973 a 1975 aprendió actuación y técnicas teatrales. Lo que posteriormente, en el marco de las huelgas textiles de la época, le ayudó a poner en escena obras con esa temática, ya siendo militante del CIP-CP.

Paralelamente a su actividad militante, viajaba al D.F. en donde logró exponer en diversos lugares, entre ellos, la “Galería José María Velazco”.

En 1978 un actor que conoció en el medio, lo invitó a trabajar en la “Universidad de Sinaloa” en donde fue contratado para hacer las ilustraciones para la editorial. Conjuntamente, formo el grupo de teatro de la “Escuela Normal Femenil” de Culiacán, en dónde además pintó un mural. Al mismo tiempo colaboró en la formación de talleres de creación artística.

Trabajando en la Universidad de Sinaloa, participó en la organización del “Primer Festival Latinoamericano de Teatro” en 1979, con duración de dos semanas, al que acudieron compañías de varios países del continente. En esta Universidad permaneció durante un año.

En sus viajes intermitentes a la ciudad de México, conoció al jefe de taller de Siqueiros y posteriormente al resto de sus colaboradores. Colaboró con el “Taller de Gráfica Popular” y con el grupo que editaba la revista “Punto Crítico”, publicada por exintegrantes del movimiento estudiantil de 1968.

Posteriormente, gracias a que se enteró de que diferentes universidades del país, requerían apoyo en el área que el desarrollaba para la Universidad de Sinaloa, en 1980, hizo solicitud y fue llamado a la “Universidad de Guerrero” a colaborar en la formación de talleres, participando, también aquí, en la organización de un Festival de Teatro que se efectuó en el Distrito Federal en 1981.

Un año, igual que en Sinaloa, permaneció en la Universidad de Guerrero, de donde se trasladó al Distrito Federal, en dónde estuvo a cargo del “Teatro de la UNAM”, relacionándose principalmente con la actividad de las Preparatorias Populares.

En 1982 Regresó a Guadalajara, en donde entabla contacto y se agrupa con los pintores Javier Campos Cabello, Salvador Rodríguez, Raúl Enríquez y Alicia Estrada.

A su retorno a la ciudad, a petición de viejos amigos del barrio, hace contacto con las pandillas de su antigua colonia, la del Fresno, con el fin de acercarlos al quehacer cultural. Poco a poco va ganando la confianza de la banda, labor que no fue sencilla. A partir de la observación de sus formas de comportamiento e interrelación, buscó asimilar su sentir, logrando así su aceptación.

Un día vio que algunos miembros de la pandilla, portaban papeles que mostraban sólo a algunos de sus amigos, consternado, quiso ver qué contenían los papeles, pero no lo logró. Después de varios intentos, decidió intercambiar esos papeles por algo que ellos quisieran, y decidió ofrecer una cerveza por el papel. Descubrió que eran poesías lo que contenía. A partir de ahí empieza a hacer ese intercambio cotidianamente. Además de poesía recibía dibujos. Arte urbano.

Una vez que la cantidad de papeles fue grande, se preguntó que uso podría darles, y decidió publicarlos, naciendo así “Que Role”, una hoja impresa a dos caras y doblada en cuatro partes, reproducida en fotocopia. En la actualidad, Que Role, vive una segunda etapa, ya en forma de pequeña revista a media carta, Fanzin.

Después de un año de iniciada su actividad con las pandillas, consiguió la casa de teatro “El Hormiguero” en donde organizó la primer “Exposición de Cultura Urbana” en 1985, en donde se presentó lectura de poesía y obra gráfica. A esa exposición acudieron pandillas de toda la ciudad de las cuales destacaban el “BUSH” con Sergio Fong “El Tecla” y “El Tambo” a la cabeza, y a quienes conoció en ese evento, y la banda de Talpita los que resultaron muy prolíficos en la creación cultural. Se formaron grupos de teatro tanto en la colonia Del Fresno como en Talpita. Posteriormente se formó un grupo de rock de nombre Tríptico.

La producción poética y gráfica de las pandillas, que ya llegaban de diferentes puntos de la ciudad, lo desbordó, llegando al punto de encontrar la entrada de su casa repleta de papeles con textos y dibujos, en muchos casos anónimos, los cuales al día de hoy sigue publicando.

En 1986 interviene en la conducción y realización del pequeño espacio radiofónico “A través del Espejo” que anterior a su intervención, habían conducido El Tecla y El Tambo del BUSH, y que consistía de una inserción de media hora dentro del programa “Déjalo Sangrar” que conducía Rodolfo “Che” Bañuelos, en “Radio Universidad de Guadalajara”. Esta experiencia, como muchas otras duró un año.

En 1987 Realizó la primer “Semana Cultural de Las Bandas Unidas” en “El Bodegón” espacio dedicado a actividades culturales y de índole social, ubicado en la Colonia del Fresno.

En 1990 elaboró el manifiesto “Declaración Para Un Nuevo Día” en donde se habla de la función del arte y los artistas en la sociedad, así como la función de la publicación Que Role, como medio de expresión.

Desde hace ya 20 años, ha pedido recurrentemente, a las diferentes administraciones que se han sucedido, los fondos incautados al narco para crear centros culturales en los barrios, petición que ha sido desoída sistemáticamente, pero que sienta un precedente muy puntual, en cuanto a su intención.

En el año 2000 viajó a España en donde permaneció durante 12 años, trabajando con la comunidad artística latinoamericana de Madrid, en diferentes tareas creativas, así como de promoción y difusión cultural. Fue en el mes de septiembre de ese año, que llegaba al aeropuerto de Barajas, sólo con su equipaje y ninguna referencia. Por sus propios medios explora, y pronto hace su primer contacto con la comunidad peruana, por medio de una publicación cultural gratuita encontrada en algún establecimiento, esta publicación era elaborada por los hermanos Tinoco, propietarios de una agencia de viajes, quienes lo contratan como ilustrador y a su vez lo conectan con algunos artistas, compatriotas suyos.

Durante su estadía en ese país, desarrolló la colección pictórica “El Ritual” la cual es un acercamiento a las raíces de las culturas prehispánicas de México, para lo que ha realizado un largo proceso de investigación sobre los significados culturales, tanto grupales como individuales en el seno de cada comunidad étnica.

En España participó en alrededor de 40 exposiciones en diferentes espacios. Colaboró con la “Casa de Las Américas”, “Casa Chile” y “El Centro Uruguayo de Madrid” principalmente, obteniendo incluso apoyo del “Fondo Cultural Europeo” por medio de la organización “Entre Dos Orillas”, para la realización de talleres creativos y exposiciones.

En 2012 considerando que el ciclo en España había concluido, decide regresar a Guadalajara.

A partir de su regreso, busca establecer contacto con instituciones culturales, en diferentes municipios colindantes con el área metropolitana de Guadalajara, con el fin de llevar a cabo las funciones que tanto le motivan, y para las cuales invierte su tiempo y recursos. La creación de talleres y la promoción cultural.

Actualmente, Ricardo Sotelo, radica en el municipio de Magdalena Jalisco, específicamente en La Joya, en donde creó el grupo de teatro de la preparatoria, y lleva a cabo talleres de pintura para niños.

La constancia y continuidad en la labor de Sotelo parece no agotarse. Es un personaje vacunado contra el desánimo y la desilusión, que mira siempre al frente.


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