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  • Armando Segovia Romero

Diálogos con el pasado


Todo el cuadrante es aburrido

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Para algunos y para otros tantos más, el Jazz se ha convertido en el consumible de moda de por lo menos las últimas dos décadas, desde cierta perspectiva ligera, sofocante y tediosa, que ofrecen ciertos productos como son las bandas Medeski, Martin and Wood, Sex Mob (sin demeritar) y otras tantas que remedan dicho estilo; sin embargo, el jazz no empieza y no termina aquí. Esta inquietud la quiero compartir con ustedes, si así se lo permiten. Días atrás escuchaba a algunas bandas de free jazz, una propia de nuestra entidad y otra extraña en cuanto sus integrantes: dos defeños, un tapatío y un canadiense, por supuesto hay marcadas diferencias de ejecutar la noción del free jazz, aunque éste no es el tema a tratar (es una sugerencia musical sesentera que versa en el free jazz e experimentación de Patty Waters), es notable como fluye o no la posibilidad de escuchar algo velado en el pasado, para de ésta manera mantener el espíritu libre y no con ataduras pasajeras; ante el manejo de la información que aunque bien es un abismo, no hay orientación, hay bastante ignorancia, y esas modas ridículas que no nos permiten ser, por el contrario están propiciando ciertos tapujos (1), alienando a cierto sector de la población tapatía que se conforma con estos ritmos y sonidos que además considera lo único (des) apreciable.

Algo para los oídos perdidos (2)

Regresar al pasado no implica necesariamente ser retrógrada ni alabarlo; revisar un contexto que quizá no vivimos, aunque ello no implica que no lo podamos revivir con el trabajo del “arqueólogo” o del “antropólogo”, el musicólogo sería el idóneo… Toda la creación musical es un agujero negro, es de vital importancia echarse un clavado al mismo, en el dilema de hallar (dar con lo que se ha buscado, intencional) o encontrar (dar con algo sea físico o mental, no intencional), porque décadas atrás se hacia el bosquejo a nivel teórico de la información de las bandas y sus productos lps en revistas, libros, zines, etc., luego se tenía la vivencia de escuchar lo contemplado con la vista previamente y la razón; hoy con tanta tecnología; el tener todo a la mano, a la vista y al oído, pero aun seguimos perdidos, no es suficiente con estar conectado al a red.

El tema de hoy(no es novedad) gira en torno a la figura y producción musical de Patty Waters(1946), que no sé porque razones no se menciona en por lo menos una veintena de libros y revistas de jazz que he consultado en las últimas décadas. Tampoco se considera a Patty en las catalogadas como “angry women” mujeres encabronadas, es un adjetivo que le es propio, ya que de su esencia musical, influencía por lo menos a dos grandes mujerazas: por un lado Meridith Monk(1942) y por el otro Diamanda Galás(1955).

Quiero compartir el disco que grabó en la Tour of April de 1966 titulado Collage tour, que es tan desesperante, fascinante, espeso y otros calificativos que pudiéramos agregar al respecto, que alguien se pudiera imaginar en una tragedia griega como la de Edipo Rey y simplemente ante tal desesperación, matar las niñas de sus ojos. Al escuchar el free jazz la respuesta común es la rapidez de los ritmos y las escalas cromáticas de las cuerdas con las disonancias de los metales, mas sin embargo, Waters abre con el tema Song of Clifford con disonancias, vocalizaciones guturales, lentitud y cadencia fascinantes; de allí lo siguiente Hush Little baby with ba ha ba(Which means “kingdom of God” in Persian) con el titulo ya nos involucra en lo sublime del tema, el resto te invito a que tu lector-escucha lo desveles por ti mismo.

1.Tapujo: Reserva o disimulo con que se disfraza u oscurece la verdad.

2.Emular el titulo de la revista publicada por Jeff Velázquez (Algo para los pérdidos) publicada en los 90’s, en su paso por la ciudad.

ddmanyu@gmail.com

jazz-estufas.blogspot.mx

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