top of page
  • Germán Hernández

La barbarie del gobernar


Otro mayo se acerca. Se cumplen 6 años de los lamentables acontecimientos que ocurrieron en nuestra ciudad, donde una manifestación fue disuelta por la policía, con el resultado de más de un centenar de detenidos, presuntos delincuentes, vándalos y alteradores del orden y la ley, y con la respuesta cerrada y poco inteligente de las autoridades estatales, tanto de la policía como del gobierno, mucho nos queda de reflexión a quienes presencialmente o no, conocimos de estos acontecimientos:

  1. ¿Considerarán todavía que para el restablecimiento del orden y la ley, la arbitrariedad de las detenciones aleatorias, intuitivas, y a partir de suposiciones, fue la mejor actuación que un cuerpo de policía pudo haber tenido?

Obviamente, la respuesta es si. En una entrevista hecha recientemente por Hermenegildo Olguín a Luís Carlos Nájera, Secretario de Seguridad Pública de Guadalajara, para el semanario Proceso (No. 1490, Suplemento Jalisco, Págs. IV a VIII), Nájera refiere: “Fue un enfrentamiento, fue una labor de mantenimiento del orden. (…) Yo tengo fotografías, videos, tengo forma de demostrar que mi actuación al momento fue adecuada para preservar el orden público.(…) Las personas que detuvimos no sé si eran de los de cascos o no, pero los que detuvimos cometieron un delito.”

¿Cuántos de los detenidos, realmente aparecen haciendo destrozos o en el llamado enfrentamiento? ¿Tres?, ¿Cuatro? Originalmente, hubo más de un centenar de detenidos, de esos, más de 60 fueron liberados al día siguiente, el resto, fueron consignados y llevados a un proceso penal. ¿En donde están las pruebas que sustentan la detención de ese primer grupo? ¿Habrá fotos de todos y cada uno de ese centenar y fracción? ¿Por qué fueron dejados en libertad más del 60 % de los detenidos de? Porque no había nada que los acusara. Y si no había nada que los acusara, ¿porque fueron detenidos? Y del resto, los que sí fueron consignados, de cuantos habría pruebas que los involucrara directamente?

Fue notorio en este sentido, y por citar sólo un caso, el desplegado que la comunidad de artistas y literatos hace en protesta por la detención de dos jóvenes poetas, DENTRO de un bar, y MUCHO TIEMPO DESPUÉS del enfrentamiento en el centro de la ciudad. Fueron soltados varias horas después, sin cargos probatorios, pero con bastantes golpes y amenazas a sus personas. ¿Su delito? Usar en pelo en forma de rastas.

Para este señor, (y para muchos otros de los directamente involucrados) el tener un cargo de autoridad, es signo inequívoco de irrefutabilidad de su palabra, lo cual se traduce en el primer paso hacia el autoritarismo, o en el mejor de los casos, hacia la impunidad, lo cual nos lleva a reflexionar lo siguiente:

2. ¿Sobre que fundamento se hace la detención de alguien que no es atrapado en plena comisión de un delito?

El hecho de que más de la mitad de los detenidos en esa tarde-noche del 28 de Mayo, hayan sido liberados al día siguiente, no expresa precisamente buena voluntad de las autoridades, sino la forma de proceder de las detenciones. Y la conclusión es inevitable. No fueron selectivas. No se detuvo a todos los verdaderos causantes de los destrozos. Se detuvo a quien estuvo presente, porque ese, en términos del Secretario de Seguridad Publica, ese es un agitador. En la misma entrevista referida, el Secretario refiere que “(…) el altermundista fue el que vino y se encerró en la universidad, hizo sus foros y planteó propuestas.” El entrevistador le señala que muchos de esos fueron a la marcha, y el Secretario contesta: “Ah, entonces ya se convierten en agitadores.”. ¡Que maravilla de razonamiento! ¡Cuanta claridad en la diferenciación de estos actores sociales! Y reforzando el criterio con el que se detuvo a los manifestantes, describe el operativo de esa tarde, y da ideas de porque hubo estas detenciones: “(…) lo que se debe buscar es que el inocente se retire del lugar. Por eso lanzamos dos granadas amarillas de humo (…). Después de esas dos bombas era claro que toda la gente que se quedaba ahí era beligerante y estaba metida en la manifestación. (…) si la gente seguía allí y rompían vidrios y alteraban el orden, entonces teníamos que cargar y hacer las primeras detenciones.”

3. ¿Y tanta claridad de ideas, de donde procede? ¿Cuál es el fundamento de esta forma de proceder?

Volviendo a la entrevista, el periodista le señala al Secretario que si el problema entonces no eran los que incitaron el enfrentamiento, sino todos los manifestantes, y este contesta haciendo alusión a la teoría de la psicología de las masas:

“(…) había mucha gente que no tenia que ver con la agresión, pero se sumó a la masa. (…) el ser humano cuando ve una masa siente que pierde la individualidad y así puede hacer muchas cosas que no puede hacer en lo personal.” No se si sea por su formación profesional (Lic. En Derecho por la UAG), pero esta visión de la relación individuo-sociedad es bastante estrecha. Una acción obedece a intereses, es voluntaria es consciente. La significación social, como valor de una acción dentro de una comunidad, refuerza lo que es la acción. Esta significación se adquiere sociohistóricamente. La imagen de la autoridad, lo que representa y lo que refleja es lo que esta en juego.

La confrontación como medio de resolución de conflictos es respirada, desgraciadamente, desde el seno materno, y este caso del 28 de Mayo es precisamente el mejor de los ejemplos, donde estamos viviendo que la respuesta que se obtiene ante demandas especificas es la cerrazón, la imposición de la fuerza policíaca, la cárcel, las golpizas… ¿Cómo se va a obtener así, una imagen favorable, de quién ejerce el poder y actúa sin más fundamentos que los de la lógica de la conservación de la estructura? La circularidad de las respuestas y la estrategia de desacreditación del otro a partir de su persona, nos llevan a dudar, ya no solo de la capacidad de argumentación lógica, sino de su misma capacidad de resolución de conflictos sociales, que junto a la insensibilidad política que la cerrazón del Gobernador conlleva, y que se basa esa forma demagógica que es el populismo, donde “el pueblo lo apoya” (sic) en la decisión que tomó contra las personas que “(…) vinieron a destrozar la ciudad de Guadalajara, no vinieron a presentar ninguna propuesta alternativa a la Cumbre, sino llegaron a destrozar la ciudad” (sic) no nos ofrecen una idea concreta de la Democracia, que se presume, reina en este país, ni de los valores humanos, morales o espirituales que vivimos desde que el catolicismo es partido y gobierna este Estado. Entramos a una nueva época, la del gobernar desde, por y con la menesterosidad de la barbarie de la democracia.

Publicado en En Veces (primera temporada) 15 de marzo de 2010.

Tal vez también te interese
bottom of page